Cuando hablamos de actitud debemos de tener claro su
concepto, se puede definir como una
reacción afectiva positiva o negativa hacia un objeto, proposición abstracta o concreta. Esta se
relaciona con la psicosociología, la conducta, el cognositivismo, la emotividad,
el interés, el aprendizaje y la inteligencia.
Nuestra actitud es la manera como elegimos responder a ciertas
circunstancias y que decidimos hacer ante el cambio. Es mi actitud la que puede
aumentar o reducir el estrés. Nuestro
estrés aumenta cuando nos resistimos al cambio, y le damos poder aquello a lo
que nos estamos resistiendo. La actitud de cambio debe empezar por nosotros
mismos.
Debemos tener una actitud abierta al cambio, ya que
trae nuevas ideas y nuevos paradigmas en lo que podemos involucrarnos y ser
protagonista de este.
En una actitud de gestión de cambio es interesante
contar con la disposición de aceptar el cambio, confiar en lo que viene y la
apertura a nuevos retos.
Debemos hacernos la pregunta ¿Qué puedo aprovechar con
el cambio? En vez de evadir asumo el
reto, para si aprovechar las oportunidades que nos lleva a un crecimiento
continuo.
Algo nuevo genera un cambio-crisis y en las
organizaciones donde trabajamos estamos expuestos a esto contantemente, y
nuestra actitud va depender de como lo percibimos.
INSEGURIDAD Y MIEDO
El individuo está consciente de que está ocurriendo un cambio y que su actividad
cotidiana se ve afectada pero su modelo mental
bloquea o rechaza su percepción para considerar el cambio como una
oportunidad.
COMPROMISO Y
RESPONSABILIDAD
La única forma
de obtener resultados diferentes es haciendo cosas diferentes. En este escenario el individuo y el cambio se
encuentran frente a frente. La actitud de compromiso y responsabilidad, toma un
rol protagónico tomando las riendas de la situación. El compromiso es: voy a
ser responsable de cómo este cambio afecte a mi ser y mi contexto. En ves de
desconfiar, debemos confiar en que el cambio será favorable, entender que
nuestras circunstancias negativas no son permanentes, ya que tenemos la
capacidad para salir adelante.